Si
no me equivoco, dentro de un año exactamente (es decir el 25 de junio de 2014)
estaremos votando en las elecciones al Parlamento Europeo.
Un
servidor, al igual que una gran mayoría de los ciudadanos, tiene un gran
desconocimiento de las funciones y el funcionamiento de dicha institución.
Sin
embargo, al contrario que esa gran mayoría de ciudadanos, un servidor, está
convencido de la importancia de tomarse en serio dichas elecciones e intentar modificar
radicalmente la composición de dicho parlamento.
Y
ello por, al menos, estas cuatro razones:
1ª Aunque efectivamente en la actualidad “pinta
menos que la Tomasa en los títeres” ello es debido a la dejación que
(interesadamente) hacen los actuales parlamentarios (de los grupos mayoritarios)
que, siguiendo las instrucciones de sus respectivos
gobiernos, renuncian a hacer oír su voz y permiten “mandar” a su antojo a la Comisión Europea (la Comisión”)
y- lo que es aún peor- al Banco Central Europeo (BCE) e incluso al Fondo
Monetario Internacional (FMI) que ni siquiera es europeo.
2º El Parlamento Europeo, por la dejadez de los
ciudadanos se ha convertido en una especie de “cementerio de elefantes” al que
enviar para premiar (o castigar que para todo sirve) a los políticos más
impresentables dentro del propio país (incluso para protegerlos de la justicia),
o a los más molestos para que “no den guerra” en casa. Y eso es posible,
repito, por nuestra dejadez.
3º Aunque últimamente está de moda despotricar contra
la falta de proporcionalidad de la Ley Electoral, en estas elecciones le cuesta
el mismo número de votos cada "escaño" al Partido Popular que, por poner un
pasado y esperpéntico caso, a D. José María Ruiz-Mateos (fue Eurodiputado en
1989)
y 4º Porque estoy convencido de que, en contra de lo
que muchos suponen, si los diputados europeos se tomaran en serio sus responsabilidades
e hicieran uso de sus prerrogativas legislativas y derecho de veto, muchas de
las tropelías que a diario cometen el BCE, el FMI y la Comisión, junto con doña
Ángela Mérkel, ni siquiera podrían plantearse, cuanto más llevarse a cabo.
Por
estas razones, y algunas más que no cuento para no extenderme demasiado, he
decidido iniciar mi humilde campaña de divulgación para dar a conocer los
entresijos de dicha institución y predicar la conveniencia de tomarnos en serio
las próximas elecciones como medio (necesario, aunque no suficiente) de ir
echando a escobazos a muchos de los
gaznápiros que anidan en Estrasburgo y cual parásitos viven a costa de permitir
el robo de nuestros derechos y nuestras ilusiones.
Finalmente
quiero que quede claro que un servidor es tan ignorante sobre este asunto como
la gran mayoría de los ciudadanos; pero está decidido a irse informando poco a poco
de lo que buenamente pueda y admitirá gustoso cualquier información o rectificación
de quien esté en condiciones de hacerla.
Así
que, amenazado queda todo el mundo:
En
la medida que pueda, o me pida el cuerpo, intentaré ir reuniendo información y
opiniones con el fin de llegar al 25 de junio (de 2014) con un mínimo
conocimiento de lo que voto (o de por qué me abstengo)
Saludos
Recopilatorio
Elecciones Europeas:
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